FELIPE AGUIRRE – PASTOR CON SANDALIAS DE PESCADOR

FELIPE AGUIRRE – PASTOR CON SANDALIAS DE PESCADOR                       $150.00

En la década posterior a la persecución religiosa, Encarnación de Díaz, vivía en una aparente calma, soportando el hostigamiento de las llamadas “Jornadas Culturales”, que fueron impulsadas en algunos municipios de Los Altos de Jalisco, por el entonces presidente Lázaro Cárdenas.

En ese ambiente del “Mouds Vivendi”, con hostigamiento por parte del estado, nació Felipe Aguirre Franco, en el seno de una familia ejemplar, con arraigadas costumbres cristianas; podemos decir que nació y vivió sus primeros años en el Santuario de Jesús María y José, en el Barrio del Rosario; en ese tiempo recibió la primera comunión.

La enseñanza de las primeras letras las recibió en el seno familiar, continuando sus estudios en el Colegio Felipe Ramírez, con las religiosas de la congregación de las Maestrar Católicas del Sagrado Corazón, que fundara el Siervo de Dios José de Jesús López y González, formando parte de la primera generación.

La ilusión de dedicar su vida al sacerdocio le tuvo desde los primeros años, siendo el tercer miembro de la familia que decidió dedicar su vida al Señor; ingresó al Seminario de San Juan de los Lagos, Jalisco, posteriormente al de Lagos de Moreno y finalmente se trasladó al Seminario de Señor San José de Guadalajara, en el que terminó su preparación sacerdotal, celebrando su primera misa cantada en el Santuario de Jesús María y José, en el que años antes había recibido la primera comunión.

El inicio de su ministerio sacerdotal estuvo relacionado con la formación de los futuros sacerdotes, su primer destino en 1958, fue al Seminario de Totatiche, Jalisco, posteriormente es trasladado al Seminario Menor de Guadalajara, se le envía al Seminario Menor de Tapalpa, Jalisco y termina su actividad como formador de los futuros sacerdotes en el año de 1971 en el Seminario Menor de Guadalajara. En todos los seminarios dejó constancia de su incansable dedicación a su ministerior y de su habilidad para lograr una comunicación franca y directa con los seminaristas, lo que tuve la oportunidad de escuchar de uno de sus alumnos, que presume haber sido un discípulo.

Se le nombra párroco de La Barca, Jalisco y en el año de 1972, acepta la invitación del señor obispo de Tuxtla Gutiérrez, José Trinidad Sepúlveda Ruiz Velazco, para integrarse al clero de la diócesis; prepara sus menesteres para dirigirse a su nuevo destino, que con el paso de los años se convertiría en el segundo lugar de sus alumnos, ya que siempre añora y suspira por el lugar en que nació.

La vida ejemplar, su inquebrantable dedicación al trabajo, el predicar con el ejemplo, dieron sus frutos y Felipe Aguirre Franco fue consagrado obispo auxiliar de Tuxtla Gutiérrez, posteriormente se le nombra obsipo titular, conviertiéndose en el “Pastor” responsable de guiar a un rebaño con carencias y problemas ancestrales.

Nuestro estimado y admirado paisano estaba dedicado en cuerpo y alma a la realización de los diferentes proyectos de tipo material y espiritual, cuando inesperadamente se le informa que debe convertirse en “Pescador”, ya que el carismático Siervo de Dios, Juan Pablo II, lo había preconizado arzobispo auxiliar de Acapulco; siendo posteriormente designado arzobispo titular, permaneciendo al cargo de Arzobispado hasta la fecha en la que le es aceptada su renuncia.

De Felipe Aguirre Franco podemos decir que fue un pastor, de la feligresía de las serranías de Chiapas y se calzó las sandalias de pescador en la costa de Guerrero y que sigue siendo “Chonense de corazón”

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