18 DE AGOSTO – ¿Autorización o Fundación?
18 DE AGOSTO – ¿Autorización o Fundación? $150.00
La historia se integra con un conjunto de acciones aisladas con relación intermitente entre ellas, siendo el universo de las relacionadas entre sí, debidamente ordenadas y clasificadas en el proceso de investigación, lo que nos permite formarnos una idea de la realidad de los acontecimientos que se reseñan, a la luz de las pruebas documentales, sin perder la perspectiva de que las conclusiones del presente, en el futuro se podrían convertir en verdades a medias, o llegar a conclusiones totalmente diferentes a lo reconocido como una verdad del presente.
La reseña histórica descrita, con la que podemos estar de acuerdo o no, constituye en sí un legado para las nuevas generaciones, las que someterán a juicio la veracidad de las pruebas documentales, y las opiniones del autor.
Desde el momento en el que se tuvo la oportunidad de localizar los documentos relacionados con la autorización de la fundación de la villa de Nuestra Señora de la Encarnación, y el juicio seguido en contra del primer cabildo, he sostenido y lo seguiré haciendo mientras no se compruebe lo contrario, que el 18 de agosto de 1760 se autorizó la fundación de la villa, lo que se comentó en el libro Encarnación Mito y Realidades y el despacho fue firmado dos días después, por lo tanto la fecha de la fundación fue posterior.
Se presenta el procedimiento seguido para la fundación de una villa, considerando las dos opciones que se tenían para su fundación. Las acciones a realizar como parte de un proceso, no pueden concluir con la autorización, es indispensable que exista un acto final, la fundación.
El significado de las palabras es una realidad, que no requiere interpretación alguna; el término autorización no significa fundación, reconociendo que son concordantes en el proceso de la fundación de una villa; no podría haber villa reconocida si no es precedida de la correspondiente autorización de su fundación.
En todos los casos los acontecimientos son descritos desde el punto de vista del autor, el que voluntaria o involuntariamente le impregna a su relato el bagaje de sus experiencias, conocimientos, limitaciones, filias y fobias; sin embargo los documentos hablan por si solos, requiriéndose un amplio criterio de mentalidad de cambio, para aceptar el contenido de los mismos, debido a que el mito tiene varios siglos.